saludo de navidad
Querida tribu
En esta época del año, mientras los días se llenan de luces y los momentos de reuniones, también es un buen momento para detenernos y conectar con lo esencial.
Como decía Ram Dass: “Si crees que estás iluminado, pasa una semana con tu familia.” Una frase que nos invita a reflexionar sobre cómo nuestros vínculos más cercanos son, al mismo tiempo, un espejo sagrado y una oportunidad para crecer. Nos muestran las partes de nosotros que necesitan más amor, más ternura y aceptación. Este es un tiempo para valorar los vínculos que nos nutren, para cuidar desde la palabra suave, la mirada sincera y la escucha atenta. Porque el mejor regalo que podemos ofrecer a los demás es nuestra presencia.
Para ti, que formas parte de esta comunidad, quiero expresar mi profundo agradecimiento. Gracias por confiar, por acompañarme y por permitir que el crecimiento sea colectivo. Deseo que en tu día a día encuentres más razones para valorar lo simple, para acercarte a tu corazón y abrazar la claridad de tu mente.
Quiero invitarte a crear tus propias tradiciones en estas fechas. A veces, alejarse de lo habitual y escuchar lo que realmente necesitamos es la forma más auténtica de celebrar. Ya sea que elijas un momento de quietud, un paseo en la naturaleza o simplemente cocinar algo especial con quienes amas, recuerda que lo más importante es estar presente.
Yo esta navidad no la pasaré en familia, pero afortunadamente podré hacerlo con alguien a quien quiero mucho y no lo super hasta ayer.
Te comparto parte de lo que he aprendido sobre cómo crear una temporada navideña significativa en tus propios términos:
- Confía en tu intuición sobre lo que necesitas.
A veces, el mejor regalo que puedes darte es el permiso de romper con la tradición cuando eso favorece tu bienestar. - Simplifica tus celebraciones.
Una festividad significativa no requiere planes elaborados ni reuniones costosas. A menudo, son los momentos más tranquilos los que traen mayor alegría. - Establece límites amorosos.
Si tus familiares expresan tristeza o decepción a través de reproches o presión emocional por que no estés igual de “disponible”, recuerda que su reacción a menudo proviene del amor. Puedes validar sus sentimientos mientras honras tu decisión, usando frases como: "Sé que esto es diferente a nuestra tradición habitual y entiendo por qué eso es difícil", seguido de una explicación clara y amable de tu elección.
Considera proponer formas específicas de hacer que la festividad sea especial, así tu hayas elegido algo diferente. Esto demuestra a tu familia que sigues comprometido a mantener conexiones significativas con ellos. - Prioriza el descanso y la reflexión.
Las fiestas pueden ser una época cargada emocionalmente, así que date espacio para recargar energías. Ya sea dando un largo paseo, escribiendo en un diario o meditando, los momentos de quietud pueden aportar claridad y paz. - Crea tus propias tradiciones.
Un ritual personal, como encender velas, escribir una lista de gratitud o organizar una noche de películas, puede ser una forma reconfortante de honrar la temporada. O crea algo completamente único que refleje lo que más te importa. Lo importante es que tú decides. - Enfócate en las experiencias más que en las cosas materiales.
En lugar de estresarte por los regalos, disfruta las alegrías simples de la temporada; por ejemplo, saborea una comida navideña favorita, mira películas que te reconforten o toma un momento consciente para apreciar las pequeñas cosas a tu alrededor. - Sé flexible.
La vida rara vez sigue el plan establecido, y eso está bien. Al soltar expectativas rígidas, dejas espacio para momentos inesperados de alegría y conexión.
A medida que 2024 llega a su fin, estoy agradecida por esta decisión de celebrar de manera diferente. Esta Navidad sencilla no se trata de lo que estoy dejando atrás; se trata de lo que estoy ganando: claridad, paz y la alegría de honrar mi propio camino.
Al elegir esta celebración más simple, no solo me preparo para un mejor comienzo en 2025; estoy practicando el arte de vivir auténticamente en el presente. Y eso, para mí, es el mayor regalo de todos.
Te envío un abrazo cálido y mis mejores deseos para esta temporada. Que tus pasos te acerquen siempre a lo que realmente importa: tu paz, tu claridad y tu gratitud.
Con cariño,
Dany